¿Qué tiene que ver el ego y el estrés?

Este post es continuación del anterior post sobre Vivir desde el Ser. En el mismo desarrollamos la relación que tiene el ego y el estrés, y nos apoyamos de la siguiente figura para explicarlo: Bola sufrimiento el ego y el estrés
  1. La mente inconexa surge desde la necesidad de controlar la Vida, surge desde la falta de confianza en la Vida, desde el miedo. Eso hace que la percepción esté distorsionada y basada en los recuerdos de experiencias asociados al miedo. El ego busca experiencias pasadas para dar respuestas en el momento presente.
  2. En las emociones se reflejan estos pensamientos de miedo y escased.
  3. Al no haber conocimiento de lo que Somos ni de cómo funcionamos, no nos es posible reconducir la situación y acabamos atrayendo las situaciones que queríamos evitar (ley de causa y efecto).
  4. Nos sentimos frustrados. Con la frustración, si en este momento no reconocemos el código de las emociones por la desconexión con-quien-realmente-somos (de la conexión con el Espíritu), la mente sigue desconectada, pero ahora, con más ganas de extinguir la frustración, por lo tanto, la mente diseña nuestras estrategias y pensamientos
  5. Esas estrategias y pensamientos nunca nos llevarán a manifestar lo que deseamos porque nuestra percepción sigue estando distorsionada.

Y así, la bola (de sufrimiento) crece y crece, dando lugar a las heridas, a nivel del alma incluso.

Las emociones son valiosos indicadores para volver a Vivir nuevamente desde el Ser.
Es necesario conocer y tomar conciencia de la trampa en la que solemos caer. No acertar a la primera es natural en la vida, es -para aprender-, pero al no conocer lo que Somos ni observar cómo funcionamos, en lugar de sanar la mente, que es la causa de todo, llegamos a resistir nuestras emociones, y esto nos hace enfermar, porque es ir en contra de nuestra naturaleza. La Universidad de Harvard, pionera en los estudios que relacionan las enfermedades cuyo origen es mental arroja cifras escalofriantes al respecto de esto:
«Entre el 60 y el 90 % de las consultas de medicina general en el mundo occidentalizado- provienen de cuestiones derivadas de esta fase»  
Como decía nuevamente Einstein:

“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera  que cuando los creamos”